Antes de juzgar al prójimo, pongámos le a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será nuestro juicio recto y caritativo.
Cada uno de nosotros tiene muchos límites personales, pero, cuando nos ponemos al servicio de los demás, nos multiplicamos, y muchas deficiencias desaparecen
No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Muchas ocasiones, ¿verdad?, ¿No nos parece que se queda un poco corta? Es un poco pasiva, indiferente. Le falta algo. ¡Es un poco seca!